Desde mi ventana
La poesía es el antídoto para la desesperanza.
Desde mi ventana veo el mar,
el mar, la mar salada
azul cielo, turquesa, qué más da.
Qué inmensidad el Atlántico,
qué belleza y grandiosidad.
Cuántos amores en su orilla
y cuántos amores se van.
Qué sabe nadie las veces
que me han visto sonreír y sonllorar.
¡Ay! Si las olas hablaran
Cuántas cosas podían contar.
En esos barquitos velero,
¿cuántos amores irán?
Los que son marineros
sueñan con ser capitán
de grandes barcos viajeros.
Para otro continente van
llevando nuevos amores
sin saber dónde van a recalar.
22-10-19
Para mi ninfa del Mediterráneo con amor