Artemisa, la Cazadora
Querida, tus palabras aún resuenan en mi alma y a pesar que tu imagen es una presencia viva en mi cotidianidad ¡te extraño! Extraño tus palabras tan impregnadas de fuerza como de sabiduría, tus visitas inesperadas, tu estrategia del acecho y la caza.
¿A dónde se ha ido la hermosa cazadora que me acecha?
Aún me estremezco en el recuerdo de nuestro encuentro de aquel día, luego de una larga y tortuosa travesía, varada en medio de la nada geográfica, de una nada asaltada por la tormenta nocturna más terrible que haya podido vivir jamás ¡llegaste!
En medio de aquella impenetrable oscuridad que solo era rasgada por los rayos que repentinamente iluminaban el recinto, me hablaste por primera vez de la necesidad de abrir completamente el corazón y desalojarlo de todo lo que lo oscurece, lo aprisiona, lo empequeñece, sea una emoción, un pensamiento, una creencia y sí, por supuesto, ¡el ego!
También me hablaste de liberar el corazón, acechándome, cazándome sin tregua. Ese día te pregunté por qué me acechabas y llegabas cuando estaba más vulnerable y tu respuesta, quedó grabada en mi corazón:
“Soy cazadora!!!, todos deben convertirse en cazadores, en acechantes de sí mismos!”
Desde entonces, no he dejado de cazarme, de acecharme, de recuperar fragmentos de mi alma extraviados desde tiempos inmemoriales y sí, debo confesarte ¡no he dejado de extrañarte!
Te amo infinitamente mi querida Artemisa, La Cazadora!
Tu oráculo viviente,
Roselia RosaLunar
Turgua, zona rural de El Hatillo, 28 de Febrero del 2019
Luna Menguante en Capricornio. Desde el Portal Oeste, con la energía del Arcángel Uriel, de los vientos del Oeste, de la Maestra Jaguar y del Espíritu de la Tierra