Para ti
Para ti, que cerraste puertas y me hiciste comprender que hay caminos que no llevan a parte alguna.
Para ti, que conoces el ritmo de la naturaleza y siembras cuando la tierra se siente fértil.
Para ti, que deshaces pacientemente los nudos que la desidia enmaraña.
Para ti, que tejes con palabras sencillas territorios mágicos.
Para ti, que sabes acoger el desasosiego de los últimos instantes.
Para ti, que lates con la furia del volcán y la ternura del perfume de las rosas.
Para ti, que me has acompañada en las incertidumbres y en las certezas.
Para ti, que me has enseñado que unas manos pueden ser una gramática del cuidado.
Para ti, que me has iniciado en el arte de no desdeñar lo que me incomoda.
Para ti, que me has persuadido en buscar a tientas lo que la sombras camuflan.
Para ti, que me has ayudado a ver lo evidente que la rutina ciega.
Para ti, que me has desvelado los miedos más sordos en el eco de trueno.
Para ti, que tejes jirones del tiempo y haces de la memoria un atlas de mapas que se entrelazan.
Para ti, que reconoces aquello que niego.
Para ti, que zurces los días como si engarzases piedras preciosas.
Para ti, para ti, para ti, que es otra manera de decir para nosotras.