dibujar de tu mano un atlas del buen cuidado.
Querida amiga,
Como sabes mejor que nadie
Hay trabajos que no permiten confinamientos.
Hay profesiones que exigen la presencia sin excusas.
Hay oficios que hacen inevitable el contacto con la piel de la otra persona.
Hay dedicaciones que son invisibles hasta que las puertas se cierran.
Hay compromisos que trascienden lo contractual y se confirman diariamente con el vínculo de la sonrisa cotidiana.
Hay personas que cuidan de personas, y lo hacen más allá de las circunstancias, las suyas y las ajenas.
Cuando el calendario marque la fecha de las cancelas abiertas, habrá que revisar el contrato social y laboral de tantas personas…
Pero mientras tanto,
Te invito a formar un círculo como aquellos que tantas tardes hemos dibujado.
Te invito para seas protagonista de encuentro de personas generosas como tú, que salís de vuestras casas para hacer más digna la vida de mujeres y hombres que se sienten aún más vulnerables en tiempos de pandemia.
Te invito a dedicar un tiempo al cuidado, al propio y al comunitario.
Te invito a que dibujemos, de la mano de tu experiencia, un nuevo atlas del autocuidado.
Te espero con las manos atentas y la mirada abierta.
Te espero y te invito…