Carta

Fuiste mi familia

Querida Juli,

¿Te acuerdas cuándo nos conocimos? Que por el tragaluz te pedí que, por favor, me compraras una barra de pan porque mi marido, sin darse cuenta, me había dejado encerrada.

¡ja, ja, ja¡

¡Qué tiempos aquellos! ¡Qué jóvenes éramos! Tú tenías 15 años y yo había venido recién casada. No conocía a nadie. Luego fuiste mi familia.

Nacieron mis hijos y tú siempre los quisiste mucho. Luego te casaste tú y nacieron tus hijos. Todos los acontecimientos de nuestras vidas los vivimos juntas, bautizos, comuniones, bodas, cumpleaños y tú fuiste para mí la hermana que nunca tuve.

Aunque estuviéramos un mes sin vernos todos nuestros secretos nos lo contábamos, aunque fuera por teléfono. Tú has sido la única amiga que de verdad he tenido.

Luego tu marido se puso enfermo y pasaste unos años muy malos. Cuando murió yo sentí que te liberabas. Hace poco la enfermedad de tu hija. ¡Esto sí que fue horrible¡  Tú has sido una madre ejemplar han luchado con ella hasta el final. He sentido tu dolor y no pude hacer nada por tu dolor.

Pero aquí me tienes, siempre estaré a tu lado (te quiero mucho). Eres mi amiga del alma solo le pido a Dios que encuentres en mí el consuelo que tú necesitas.

Qué bonito es poder contar siempre contigo, siempre estás dispuesta para mí.

Un abrazo muy grande para ti.

Lili

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

No lo olvides

14 octubre, 2019

Entre todas mis mujeres

25 octubre, 2019