Volveremos a las aulas
Apreciado Octavio,
Gracias por tu inspiradoras palabras.
Nunca como ahora se ha mostrado tan evidente, a pesar de quienes sueñan con pesadillas plasmáticas, el efecto estimulante del reencuentro en los múltiples espacios de encuentro
Los efectos insondables de las sinergias invisibles que se producen con el contacto de universos vitales, en periodos de mutabilidad permanente, que no erráticos.
El efecto del afecto como estimulante para ir más allá de los límites adiestradores.
El efecto de lo inapreciado y de lo despreciado para quienes se pierden en el túnel de los antónimos.
El efecto balsámico y esclarecedor de quienes orbitan las adversativas.
Nunca como ahora para imaginar espacios no confinables en cuadrados de diferentes escalas y materiales. Qué oportunidad para dibujar un espacio de espacios en una planimetría multidimensional. Espacios que al tiempo se enraícen y se expandan, se crucen y se interconecten, se agiten y se enlacen. Espacios nutricios de aprendizajes mestizos y de desaprendizajes híbridos. Espacios agregráficos por los que discurran saberes y conocimientos.
Nunca como ahora para repensar esos espacios para que no se reduzcan a confinamientos estabulantes.
Nunca como ahora para rediseñarlos de manera orgánica, para que favorezcan desarrollos individuales y comunitarios sin exclusión posible.
Nunca como ahora para liberar las aulas de los grilletes de los aularios y los augures del pasado.
Nunca como ahora y, sin embargo, en el sónar aún no hay rastro de señales que palpiten en las profundidades.
Volveremos a las aulas con la esperanza, parafraseando al poeta, de que las aulas, las de entonces, ya no sean las mismas.
Volveremos con la esperanza de redescubrir lo que siempre estuvo allí.
Un abrazo